Manzanares, manzaneas en la tierra oscilante que roza la
curva del sol, y maduran las manzanas marinadas en tu
jugo y paciencia de luz. Hueles a poma y a poema,
manzanilla, mantequilla, y tu voz a un olivo manzanillo y
tu pelo es el pecado de Adán. Rueda tu mirada de
manzana en manzana amarilla, verde clara o encantada.
La flor, tus labios, la tormenta de semillas.
Manzanares, tienes dos mitades de ternuras: tus dedos,
que son riego y dibujantes de raíces; y tu aliento que es
tibieza madurando tu piel de manzana serana.
Cuando duermo a la sombra de las ramas, donde cuelgan
tus rojos corazones, sé que sueñan mis ensueños con
manzanos, sé que Dios no los creó (ni Newton ni
Blancanieves). Los creaste tú, María Jesús.
Mónica Gabriel y Galán
Este poema fue escrito y recitado por la poeta Mónica Gabriel y Galán en la clausura de mi exposición Moradas en el Foro de Pozuelo de Alarcón. También realizaron performances Yolanda Pérez Herreras y Joan Casellas, todo ello bajo la dirección de Almudena Mora y Jesús Gironés.
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